Posiblemente se sabe mucho sobre la vida de Einstein, el gran científico de siglo 20 que luego de haber sufrido un aneurisma aórtico abdominal el día 13 de abril de 1955, encontró su muerte cinco días después, el 18 de Abril. Su cuerpo llega ese último día a un hospital local en Princeton, New Jersey, para una autopsia de rutina. El patologista de turno en el deber, Thomas Harvey. Don Alberto ya había decidido años antes que sería incinerado. Su deseo, incluso, estaba en registros notariales. Aunque él mismo había mostrado en algún momento interés en que su cerebro fuera analizado, e incluso aceptó que le fuera 'escaneado' varias veces, don Alberto, pensaba que su cerebro podía terminar siendo venerado como una reliquia al mejor estilo católico medieval, se asustó y decidió notariar la incineración de su cuerpo. Pero Thomas Harvey se sentía suertudo. Tenía un muerto en sus manos. Uno muy famoso, con un cerebro 'Einsteniano' adentro, y cerebros einstenianos no se encontraban todos los días. Don Tomás se sentía él mismo entre la espada y la pared. Tenía que analizar ese cerebro. Y es así como finalmente decide que puede hacerse el de la vista gorda, y extraer el famoso cerebro del cráneo sin ningún permiso de sus familiares cercanos, y devolver el cuerpo lo más intacto posible para su incineración. Yo me pregunto si con la euforia de tener a la mano su anhelado botín, sí se acordó de a qué le habían llevado el cuerpo de Don Alberto a sus frías mesas. La primer decepción de don Tomás fue el peso del ilustre cerebro; ¿cómo es posible que el cerebro de albertico pesara muy por debajo de la media? Si la media pesa entre 1300 y 1400 gramos, ¿por qué la einsteniana masa pesa sólo 1219 gramos? Por supuesto la muerte de Einstein fue gran noticia al día siguiente, y en los colegios se mencionó el hecho. El hijo de don tomás, llamémoslo tomasito, todo orgulloso de su padre grita "mi papá tiene el cerebro!". Fuga de información al mejor estilo wikileak. El secreto del robo no pudo ser mantenido. Al otro día los periódicos ya mencionaban a Don Tomás, y, como es de esperarse, se metió en un lío grande, y tuvo que ir a hablar con los familiares a pedirles permiso-post-corte-craneano para poder estudiar el cerebro. Igual le salió algo caro a don Tomás, porque por razones obvias lo despidieron del trabajo. De todas formas cuando se fue, se llevó el cerebro con él. Finalmente Don Tomás pudo tomar bastantes fotos del cerebro, y procedió a partirlo en tajaditas delgadas, hasta obtener exactamente 240 partes que guardó meticulosamente en celuliodes, como se ve en la fotografía. Años después, Tomás Harvey se unió a un grupo de investigadores para publicar el primer estudio sobre el cerebro de Einstein, en el cual se encontró una proporción anormal de células gliales. Hoy, algunas porciones del cerebro se muestran públicamente en el Mütter Museum en Philadelphia. Referencias
Kean, Sam. The Violinist Thumb. Back Bay Books. 2012, New York. https://faculty.washington.edu/chudler/ffacts.html https://curiosity.com/topics/albert-einsteins-brain-was-stolen-curiosity/
1 Comment
1/9/2024 05:08:48 am
Qué se sabe sobre los eventos que rodearon la muerte de Albert Einstein el 18 de abril de 1955 y su llegada al hospital en Princeton, Nueva Jersey, para una autopsia de rutina? Regard <a href="https://sas.telkomuniversity.ac.id/en/">Telkom University</a>
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